Carolina Perpetuo, participante del Miss Venezuela en 1986 y hoy actriz de televisión, considera que la postura de la candidata frente a las ofertas de patrocinio oscuro es determinante para que se concrete o no la relación.

Cuenta que a los pocos meses de participar en Miss Venezuela, el entonces jefe de prensa de la organización, Jorge Mejías Alemán, la llamó para que viajara a Panamá para un desfile.

Al llegar a la ciudad, la promesa se desvaneció y en lugar de pasarelas y trajes fueron uniformes y recintos militares. De acuerdo con Perpetuo la llevaron a un cuartel donde se encontraba el coronel Roberto Díaz Herrera, el segundo en la estructura militar panameña durante la dictadura del general Manuel Antonio Noriega. Perpetuo fue invitada posteriormente por Díaz Herrera a un apartamento lleno de espejos, que le pareció un “lugar de distensión”. Le brindaron tragos y conversaron.

Osmel Sousa junto al elenco de la telenovela “La Mujer Perfecta”. En el centro Carolina Perpetuo (2010) Cortesía Al Ritmo de la Farándula

En vista de que la miss no se mostró complaciente con el militar; al día siguiente  el representante de Air Panamá, le decomisó su pasaporte. Para su sorpresa, las líneas telefónicas del  hotel donde estaba hospedada dejaron de funcionar.

Finalmente regresó a Venezuela. Una vez aquí, le reclamó al jefe de prensa lo sucedido en Panamá, ante lo que el representante de la organización solo le respondió: “Deja eso así, Carolina”

-¿En algún momento pensó en demandar a la Organización Miss Venezuela?

“No, chica para nada. Eso -el Miss Venezuela- es un monstruo. Eso es una maquinaria muy grande que además está amparada por la Organización Cisneros, ellos se harán la vista gorda, se harán los pendejos. Es una cosa idealizada, porque hasta la gente se vuelve genuflexa, pero nadie quiere verle la cara. Ese (otro) rostro que tiene el concurso”, dijo en una entrevista telefónica para este trabajo.

El periodista Montaldo insiste en que el patrocinio oscuro ocurre en casos aislados, que no es lo que prevalece en el Miss Venezuela por donde han pasado más de 1.400 muchachas desde 1952.

“Ahora llegan muchas de clase media baja, la clase media alta se fue del país. Estas muchachas tienen el sueño de ser Miss Venezuela, pero ellas no se imaginan los intríngulis que se esconden detrás del concurso”, dice el comunicador social.